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domingo, 10 de febrero de 2013

Venezuela devalua un 46,5% el Bolivar, el pueblo víctima de la guerra de divisas y el petroleo


Nueva bandera Venezolana
Continua la guerra mundial de divisas. En este caso Venezuela es la víctima y verdugo de sí misma. Este viernes el gobierno anunció una devaluación del bolívar de 46,5%, quedando a 6,30 por dólar estadounidense, que se hará efectiva el miercoles 13 después de carnaval.

Causa oficial: gastos público y sobornos privados
El gobierno de Maduro tuvo que aplicar esta devaluación para reducir el rojo fiscal del Estado. Hay una gran disparidad de datos sobre este aspecto: algunos consideran que se ubica por encima del 10 % del PIB y otros que supera el 20 %.
Este es el quinto ajuste del tipo de cambio que realiza el gobierno venezolano desde que impusieron el control de cambio hace 10 años. El último data de 2010, cuando el cambio oficial pasó de 2,6 a 4,3 bolívares por dólar. Pero existe un gran mercado negro de divisas muy superior al oficial, con un valor actual por encima de los 19 bolívares. Sin embargo, no puede ser divulgado por ley.
Este déficit es producto de un descomunal gasto público que en el último año que hizo que el país revirtiera la caída y creciera un 3 %. Un hecho clave en este proceso fueron las importaciones extraordinarias que se hicieron durante las elecciones presidenciales de octubre pasado. No sólo incrementó el gasto sino también afectó la producción local.
 El líder opositor señaló que "no había que devaluar" sino "dejar de regalar el dinero de los venezolanos a otros países", cifrando en más de 7.000 millones de dólares la cantidad de recursos que, según él, Venezuela dedica a "regalar" para conseguir lealtades políticas.
Dependencia del exterior
Sin duda la medida impactará muy fuerte sobre la economía cotidiana de los venezolanos, ya que el 80 por ciento de los alimentos que consumen son importados. Pese a que el gobierno puso como meta en el presupuesto oficial una inflación del 14 al 16 %, las perspectivas para este año son muy negativas.
El índice de precios de enero se ubicó en el 3 %, duplicando la del mes anterior. Si con este dato se proyecta la inflación de todo el año, supera el 30 %.
Efectos deseado: reducción del déficit fiscal y atracción de inversión
Francisco Rodríguez, un economista del Bank of America, dijo al diario que el déficit fiscal bajará a un 5,3 por ciento del producto bruto interno, comparado con un 8,5 por ciento del año pasado.
Efectos no deseados: inflación de un 30%
Pero la devaluación traerá algunos problemas serios. Por ejemplo, Venezuela depende cada vez más de insumos importados. Y esos insumos se pagan en dólares. Un dólar más fuerte encarece la materia prima de productos de primera necesidad. Por lo tanto, los venezolanos tendrán que pagar más por ellos.
Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, estima que la inflación en Venezuela subirá este año en un 30 por ciento. O, para decirlo en términos más claros: la inflación le quitará al venezolano una tercera parte de su poder adquisitivo. Y eso, en un país sobrecalentado por la inflación.
The New York Times dio un ejemplo bastante gráfico: una hamburguesa Big Mac en la cadena McDonald´s, costaba 70 bolívares, 16,27 dólares, a la tasa oficial previa a la devaluación. En Manhattan, un Big Mac no cuesta más de cinco dólares.

Claves para entender la devaluación del Bolívar
Verdadera efecto deseado
Para el analista Daniel Ignacio Niño, la medida adoptada por el Gobierno del presidente, Hugo Chávez no es ninguna sorpresa.
Explicó que lo que se busca por parte de las autoridades venezolanas es poder tener mayor efectivo por la venta de su petróleo en los mercados internacionales.
Conclusiones
Venezuela es otra víctima de la guerra de divisas mundial que arrasa todos los continentes. A pesar del aparente control sobre su territorio Venezuela se encuentra a la merced de mercados y potencias empresariales que la dominan. Tres actores: estado, multinacionales y pueblo.

El estado, el gobierno, se hipertrofia y crece. Se extiende como una mole ocupándolo todo y llenándolo de nada. Drenando las despensas, campos y minas para  autoperpetuarse y beneficiar a sus dirigentes y allegados. El drenaje vierte en las multinacionales cuyo flujo de capitales ya no llevan a USA, UK, Rusia ni China, si no directamente a una cuente en un paraíso fiscal, protegidos pero independientes, de estas potencias. La población deseando vivir a su costa. Un estado que a su paso solo deja deudas.

Las multinacionales, dominando al estado y a su oposición, financiando a ambos, imponiendo leyes, comprando políticos, pagando fiestas. Los pactos con Total, BP, Chevron y Statoil echaron a Exxon Mobile y Conoco Phillips del país, asegurando la dinastía Chávez, él y sus amigos. Capriles no es más que un paria que se viste de chandal en la calle y que se lo cambia por un traje cuando se sienta a negociar el reparto del pastel con el resto de petroleras.

Caracas entra en algunos rankings como una de las 10 ciudades más caras del mundo. El pueblo exhausto después de tanto ajuste económico e inflación, víctima del mercado negro de divisas y la especulación. Es arrastrado a un trabajo esclavo con la promesa de un futuro mejor a cambio de sacrificios. Veinte años de sacrificios.

El petróleo mantiene a Chávez y Chávez sabe mantener el petróleo
Desde que Chávez llegó al poder el petróleo a cobrado una importancia especialmente relevante, desplazando al resto de actividades y convirtiéndose en su producto nacional, de tal modo que su dependencia de los productos extranjeros amenaza con extenuar las reservas del país, más aún después de otra devaluación necesaria para satisfacer el hambre de las insaciables petroleras y atraer capitales.

Europa en plena devaluación interna, el euro tambaleante, Estados Unidos perdiendo fuerza arrollado por sus empresas deslocalizadas y exentas de pagar impuestos, Rusia e India acosados por la corrupción, China saqueada por la especulación y la sobreexplotación de recursos. Venezuela opta por devaluarse para atraer capitales y colocar su petróleo, en el camino quedan la vida de millones de personas.
Cada vez estamos más lejos de la acomodación de los mercados y más cerca de la ruina global.

Tenemos que concienciarnos de que el estado es el primer enemigo a batir, ya que es el garante de los privilegios de las multinacionales. Por medio del ejército y la policía. Que curioso que el presidente sea un Teniente Coronel.

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